Les había gustado la alfombra. No parecían impresionados por su precio, de hecho, comentaron entre ellos si estaría a la altura de "lo que" estaban trayendo de Afganistán. La vendedora levantó la ceja y los escudriñó con la mirada ¿Le estaban vacilando? Aquella alfombra era de la gama más alta de una tienda de gama alta...Pero, no. No tenían pinta. Ni de pedantes ni de fanfarrones. Del sector inmobiliario, sí. Parece que aún no les había afectado la crisis. Debían tener un mullido "colchón" rellenado año tras año de lana trasquilada a ovejas gordas, digoooo, vacas gordas!
Aún y así, la vendedora no lo pudo evitar y decidió tomarse una pequeña venganza. Comentó a vuela pluma: "Son muy versátiles, esteeee... el otro día vendí una pequeña para un gato..." pa chula, IO! pensó.
Era mentira, bueno, realmente era una media verdad.
Un chaval se interesó por una pequeñita, de perfil irregular, preciosa. Cuando supo el precio se puso colorado. "...era para mi gato, se acurruca a mis pies cuando llego por la noche y..." ...y no se la llevó, claro.
Al cerrar la megaventa y habiendo hecho un...pequeño juego de trileros? la vendedora hizo una llamada.
Había una pequeña alfombra esperando a que un gato la recogiera.
Ni comparación lo que iba a lucir comparada con la otra. Ni comparación. Luz propia. Por el valor, que no por el precio.
Sonó el despertador. Frotandose los ojos pensó que otra vez se había llevado "trabajo" a casa. Pero esta vez...¡coooomo había disfrutado!
alfombra "Topissimo multi" de nani marquina.
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