Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras, cuida tus palabras porque se transformarán en actos. Cuida tus actos porque se convertirán en costumbres. Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter. Cuida tu carácter porque creará tu destino. Y...tu destino será tu vida. Ghandi.

17 junio 2009

Madame Mariposa


del blog de Sil



Madama Butterfly (Señora Mariposa) es una ópera en tres actos (originalmente en dos actos) con música de Giacomo Puccini y libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica basado en la obra para teatro de David Belasco, quien a su vez se inspiró en el libro de Pierre Loti, Madame Chrysanthéme.

La ópera fue estrenada el 17 de febrero de 1904 en Milán, obteniendo muy mala recepción por parte de público y crítica. La versión revisada que conquistó a la audiencia tuvo lugar en Brescia el 18 de mayo de 1904. Junto a La Boheme y Tosca es una de las tres óperas más representadas del compositor.

Una de las óperas más representadas internacionalmente ha sido dirigida incluso por directores de cine en el escenario lírico, como ejemplos, Ken Russell, Harold Prince y Anthony Minghella, autor de una controvertida puesta en escena en Londres y Nueva York.

Debido a las connotaciones negativas del personaje del teniente yanqui Pinkerton, la ópera fue suspendida en Estados Unidos durante los años de la Segunda Guerra Mundial en el enfretamiento bélico entre Japón y América.

Ha inspirado varias películas como Madama Butterfly de 1932 con Cary Grant y Sylvia Sidney, "Mi dulce Geisha" con Shirley MacLaine(1962) y el musical Miss Saigon.


Acto 1

Transcurre en Nagasaki, a finales del siglo XIX o principios del XX.

Mientras está destinado a bordo del navío USS Abraham Lincoln , F. B. Pinkerton, oficial de la marina estadounidense por intermedio del casamentero Goro consigue a la quinceañera Cio-Cio-San en matrimonio.

Para Cio-Cio-San (o Madama Butterfly, Señorita Mariposa) es un casamiento de por vida, pero para Pinkerton sólo una aventura fuera de su país. Durante el casamiento el tío bonzo (monje budista) de Butterfly aparece y la maldice por traicionar las costumbres niponas. Su familia entonces la reniega.

Butterfly y Pinkerton tienen su apasionada, primera noche de amor (dúo Vogliatemi bene)


Acto 2

Pinkerton ha regresado a Estados Unidos prometiendo retornar. Butterfly y su criada Suzuki lo esperan inútilmente, Butterfly confía en que volverá (aria Un bel dí vedremo).

El cónsul americano llega con la noticia que Pinkerton no lo hará y Butterfly destrozada le muestra el hijo que ha nacido en su ausencia y que las dos han criado con la esperanza del retorno.

El cónsul promete informar a Pinkerton del asunto y aconseja a Butterfly que vuelva a casarse con Yamadori, un príncipe que la pretende.

Suena el cañón del puerto informando que atraca un navío, es el barco de Pinkerton y Butterfly renace esperanzada.

Las dos mujeres y el niño se preparan a esperar su llegada (Coro a boca cerrada).


Acto 3

Pinkerton ha regresado sólo de visita al Japón con su legítima esposa norteamericana Kate. Al enterarse de la existencia del hijo deciden recogerlo para criarlo en los Estados Unidos. La desolada Butterfly se lo entrega no sin antes despedirse (Tu piccolo Iddio). Luego se retira a sus habitaciones y comete seppuku (suicidio ritual japonés).

En el desgarrador final, la geisha moribunda siente la voz de Pinkerton llamándola "Butterfly....Butterfly!".

http://es.wikipedia.org/wiki/Madama_Butterfly

03 junio 2009

ziga zaga team


"Paco, hoy tienes diez minutos; yo necesito siete", le dijo Josep Guardiola al profesor, o sea, a Seirul·lo, el preparador físico del Barcelona. Obró en consecuencia. Por eso, los jugadores fueron vistos y no vistos sobre el césped del estadio Olímpico de Roma antes del partido. Mientras los del Manchester United se calentaban los músculos en el campo, los azulgrana desaparecieron.

En esos minutos, Guardiola y su mano derecha prepararon la pantalla gigante y el proyector que se habían traído de Barcelona y que la tarde de antes, durante el entrenamiento, habían ocultado en el vestuario. Guardiola apagó la luz. Los técnicos, los empleados y, por supuesto, todos los jugadores, guardaron silencio y el entrenador le dio al play...



Mientras tanto, a un volumen atronador, el audio escupía el Nessun dorma, el aria del acto final de la ópera Turandot, de Giacomo Puccini:

"¡Disípate, oh noche! ¡Ocultaros, estrellas! ¡Ocultaros estrellas!

¡Al alba venceré!

¡Venceré! ¡Venceré!".

Dicen que, al encenderse las luces, algunos futbolistas lloraban y que sus gritos demostraban que el objetivo estaba cumplido. Guardiola les metió en el partido sin abrir la boca. Y no es la primera vez.