Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras, cuida tus palabras porque se transformarán en actos. Cuida tus actos porque se convertirán en costumbres. Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter. Cuida tu carácter porque creará tu destino. Y...tu destino será tu vida. Ghandi.

26 noviembre 2007

Cla i català!



F. VALLS / M NOGUER - Barcelona - 25/11/2007

Al cumplirse un año de su investidura, José Montilla profundiza sobre las causas que le llevaron a alertar sobre el "creciente desapego" de Cataluña hacia España. El dirigente socialista echa en falta aliados en España.

José Montilla (Iznájar, Córdoba, 1955) cumple estos días su primer año como presidente de la Generalitat. El también primer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya mantiene que el desapego de los catalanes hacia España es un problema creciente y lamenta su falta de aliados en Madrid para llevar adelante una España federal.

"El tripartito no es una apuesta coyuntural para una temporadita"

"El discurso de Mas tiene elementos positivos, pero es pretencioso"
Pregunta. ¿Las relaciones entre los gobiernos de Cataluña y España siempre han de tener cierto grado de tensión independientemente de quién esté en el Gobierno?

Respuesta. Es inevitable que haya cierto grado de tensión. Por las inercias de muchos años por parte de la Administración central y porque Cataluña no ha adquirido todavía el nivel de autogobierno que nos hemos propuesto y que ha votado el pueblo de Cataluña con el Estatuto.

P. En su reciente comparecencia de Madrid habló de desapego de Cataluña a España, en términos que fueron calificados como poco agradables por algunas fuentes del Gobierno. ¿Realmente se está produciendo un desapego?

R. Ningún miembro del Gobierno me ha transmitido que haya malestar, incluido el presidente Zapatero, con quien he hablado. Hablé de un proceso de desapego creciente que no comenzó ayer, y que tiene que ver con lo ocurrido en los últimos años: las campañas contra el Estatuto, el boicot a las empresas catalanas, las críticas a los supuestos privilegios en la financiación... todo eso no facilita precisamente las relaciones de afecto con España, sino todo lo contrario: crea desapego. Decir esto es describir la realidad.

P. Desde sectores de la izquierda se le critica que ha continuado poniendo en primer plano la confrontación entre Cataluña y España.

R. Algunas personas de fuera de Cataluña no entienden nuestra situación. Aquí ha habido una dinámica de derecha e izquierda; pero también hay otro eje que siempre ha identificado el debate político catalán, que es si Cataluña debe reforzar o no su autogobierno. Y eso es lo que algunos no han entendido nunca. Si decimos que somos una nación y lo recoge el Estatuto, eso no es por casualidad.

P. ¿Echan en falta aliados?

R. Tenemos un problema de falta de aliados en España, ciertamente. No hemos hecho suficiente pedagogía y en ocasiones hemos hecho antipedagogía. Y al mismo tiempo nuestras ideas y propuestas se observan con prevención. Las mismas ideas hechas con otro origen son aceptadas como normales, incluso son bienvenidas. Si llegan desde Cataluña siempre hay un halo de sospecha. ¿Qué pretenden estos catalanes? Y no sólo por parte de la derecha más rancia de la Península Ibérica que representa el Partido Popular, sino también, a veces, por algún sector de la izquierda un poco arcaica.

P. ¿Renuncia a la pedagogía?

R. Yo no renuncio a la pedagogía. Recogiendo una frase de un socialista catalán como Rafael Campalans, política es pedagogía. España no es una batalla perdida.

P. En plena crisis ferroviaria en Cataluña usted participó en un comité federal del PSOE en el que la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, fue bastante aplaudida.

R. No sé, debe ser de una reunión del Comité Federal, en la que yo no estuve. En la reunión en la que estuve Magdalena Álvarez ni siquiera fue citada, y mucho menos aplaudida.

P. El PSC no la ha defendido con mucho ahínco.

R. El Partit dels Socialistes ha defendido como nadie el Gobierno de España. Lo que no tiene mérito es hacer determinadas defensas en según qué sitio. El mérito está en defenderlo donde hay problemas. El PSC ha defendido al Gobierno de España tanto o más que nadie.

P. Les pasará factura esta defensa?

R. Creo que no porque los ciudadanos saben que ahora hay problemas pero hasta ahora no había obras y no se habían hecho las inversiones que se necesitaban. Algunos confunden sus deseos con la realidad. Y la realidad dice que ahora se está invirtiendo. Tarde, sin duda, pero se hace, y lo hace este Gobierno. Siempre soy moderadamente optimista.

P. Cataluña es un granero de votos para el socialismo. ¿No los van a perder?

R. La defensa del Gobierno de España ha sido un gesto de coherencia porque el PSC participa en él. Yo entiendo que los partidos que no participan en el Gobierno puedan pedir la dimisión de los ministros, pero no desde instituciones como el Parlamento catalán.

P. Usted, por cierto, no estuvo en la votación.

R. No estuve porque estaba presidiendo la asamblea de regiones europeas con poder legislativo. Una asamblea que convoqué yo, en calidad de presidente de la asociación que agrupa estas regiones, en Barcelona.

P. La crisis ferroviaria ha hecho que miembros de su partido hayan reclamado que el PSC tenga voz propia en el Congreso. ¿Se sigue sintiendo bien representado en el grupo del PSOE?

R. Cuando necesitamos tener voz propia la tenemos. De eso hay pruebas en el pasado y las habrá en el futuro.

P. El PSC nunca ha renunciado a recuperar el grupo parlamentario del Congreso que perdió tras el intento de golpe de Estado del 23-F. ¿Qué debería pasar para recuperarlo?

R. Si pasa ya se lo diré.

P. Ya resulta un poco recurrente echarle la culpa de todo al Partido Popular y a Convergència i Unió como se ha visto de nuevo en todo el problema de las infraestructuras.

R. ¡Pero es que es verdad! Hay cosas que se hacen en un año, pero las infraestructuras no se hacen ni en uno ni en dos años. Se pueden ejecutar si el proyecto está redactado y hay financiación, pero las obras requieren un proceso largo.

P. Esta semana el presidente de Convergència, Artur Mas, ha presentado su proyecto de refundación del catalanismo. Parece que se aleja de proyectos como el Plan Ibarretxe. ¿Qué tipo de lectura hace?

R. Es normal que Convergència quiera hacer una reflexión a fondo tras dos fracasos en su objetivo de gobernar Cataluña. En su discurso hay elementos positivos, pero es pretencioso. Pretender refundar el catalanismo... Si el catalanismo no se fundó en un día.... mucho menos se puede refundar otro. También me parece excesivo tratar de construir la casa grande del catalanismo cuando es una casa que tiene dificultades para albergar a los inquilinos que llevan juntos 27 años. Sólo hay que ver la respuesta de Unió Democràtica. Pretender otorgarse la representación exclusiva del catalanismo es pretencioso y ridículo.

P. ¿La fórmula del tripartito es una apuesta estratégica?

R. El tripartito no es una apuesta coyuntural para una temporada. Eso no quiere decir que sea una apuesta para 50 años, entre otras cosas porque creo que ninguno de los que estamos prevemos estar tanto tiempo.

P. Un pacto entre usted y Mas sería bien visto en el PSOE.

R. Pero es que nosotros trabajamos para Cataluña y los catalanes, no para que las cosas sean digeribles para otros.


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El subrayao es mio!
Así se habla!
Tiene narices! un pacto PSOE-CIU!
au, que els moqui la iaia!

Salut!

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